Comprar una casa en subasta

Debido al alto precio de la vivienda actualmente, los posibles compradores buscan alternativas para poder adquirir una casa, y entre ellas, esta la más desconocida pero que suele dar buenos resultados: la subasta de pisos.

En principio, el mayor problema que presenta esta forma de comprar es que hay que tener cierta cantidad de dinero ahorrado para poder dejar un depósito, lo cual es una condición indispensable para participar en la subasta. Esta suele correr a cargo de un organismo publico, como por ejemplo el ministerio de Hacienda, o bien una entidad privada, que en la mayoría de los casos se trata de bancos y cajas de ahorro. Sin embargo, el procedimiento que siguen todos ellos es muy parecido: se fija una fecha de celebración para la subasta, se indican los bienes inmuebles que van a estar incluidos en la misma, su valor inicial y las cargas o deudas que tiene la vivienda en el caso de que las hubiera.

Cualquier persona física o entidad puede participar en la puja. Simplemente hay que realizar previo pago del depósito, que es una especie de fianza, que supondrá siempre un porcentaje del precio de salida. Cuando tiene lugar el día de la subasta en si, se empieza la sesión con una lectura de la relación de bienes inmuebles que se ofertan, y a continuación comienza la puja por los mismos en voz alta. A tenor de las ofertas, se anuncia cual ha sido la mejor de ellas y el nombre del postor, y en ese momento se levanta acta para que quede constancia del hecho. Aunque normalmente se suele sacar un precio mayor del de salida, hay veces en el que el piso se adjudica por menos dinero del que en principio estaba estipulado, cuando las ofertas no superan el precio de salida. Un tiempo después, el adjudicatario, es decir, la persona que ha conseguido hacerse con la casa, tiene que pagar el precio estipulado, descontando el dinero que dejo en principio como deposito; se le entregan las escrituras y puede disponer de su nuevo hogar casi de inmediato. Asimismo, el resto de los participantes en la subasta reciben el importe que dejaron como señal.

Para aquellos que sean novatos en el campo de las subastas, no esta mal tener en cuenta una serie de recomendaciones; en primer lugar, se debe estudiar concienzudamente la vivienda a subastar, tanto sus características como su valor real, consultando los precios de pisos que se vendan por la misma zona y en condiciones parecidas. También es aconsejable visitar la vivienda en cuestión y asegurarse de que en la actualidad no se encuentra alquilada, ya que el inquilino tiene derecho a permanecer allí cinco años. Otra recomendación muy importante es acudir siempre que se pueda al Registro de la Propiedad, para comprobar que la casa no tiene ninguna carga o deuda que tengamos que hacer frente una vez que la hayamos adquirido. Conviene averiguar también cuantas personas están inscritas en la subasta, pues cuantas mas haya significara que realmente merece la pena pujar por esa vivienda. Antes de aventurarse en la puja, y posterior compra, se deben hacer cuenta para asegurarse que se podrá hacer frente al pago total de la casa, es decir, la cantidad del seis o siete por ciento que se debe pagar por Impuesto de Transmisiones Patrimoniales, aparte de los gastos en Notaria y en el Registro de Propiedades. Asimismo, tras la compra, deben pagarse otras cantidades, como la mensualidad de la comunidad y el IBI (Contribución Urbana), tanto del año en curso como del anterior.