La madera es un material natural, sano, resistente, cálido, confortable, higiénico y, si lo cuidas como es debido, puede llegar a ser muy duradero. Si tienes la oportunidad de disfrutar de una casa de madera, te interesará conocer algunos consejos prácticos para aprender a cuidarla y para hacer una vivienda única y especial ya que la madera es el único material de construcción natural y renovable. Si has decidido comprar una vivienda de madera, no olvides que no sólo has adquirido un espacio habitable diferente al resto de la humanidad socializada, sino que has optado por una forma de vida mucho más saludable y acorde con el medio ambiente.
Desde tiempos remotos, el hombre utilizaba la madera como elemento de construcción más seguro, sin embargo hoy día no lo es tanto. Algunos aventureros y campestres eligen construirse una vivienda de madera fuera del ambiente contaminado y estresante de la ciudad para pasar sus momentos más relajantes y cambiar lo moderno por lo tradicional y natural.
Ventajas de la madera
Debes saber que construir un lugar habitable de madera es la mejor idea que puedas desarrollar para pasar tus días libres porque tiene propiedades aislantes, es decir, la madera maciza aísla aproximadamente 7 veces más que el ladrillo y el consumo energético es mucho menor también. Además, regulariza el medio ambiente interior estabilizando la humedad, filtrando y purificante el aire y de esta manera, evita enfermedades provocadas en el hombre a causa de la humedad que emite un edificio enfermo con consecuencias como el reumatismo y deficiencias respiratorias. En definitiva, que es más aconsejable y seguro que una casa de ladrillo actual.
Ni que decir hay que al ser un material vivo, es como si te transportara a tus raíces más primitivas y originales porque te permite estar en constante vínculo con la naturaleza.
Y si eres de los que busca silencio, tranquilidad, desasosiego y soledad, has elegido bien el material para construir tu casa ya que la madera posee unas propiedades acústicas especiales, diferentes al resto de elementos de construcción absorbiendo una parte importante de la energía de las ondas que recibe, reduciéndolas al mínimo. El resultado es una casa silenciosa que ayuda a eliminar el estrés de sus habitantes.
Consejos prácticos
Si es la primera vez que adquieres una vivienda de madera, debes informarte de los comportamientos que dentro de ella tienes que evitar para no sufrir consecuencias fatales.
En España no tenemos ninguna normativa general aplicable a este tipo de viviendas, por eso lo mejor será que acudas al Ayuntamiento pertinente de la zona a la que pertenezca para que te cedan los permisos necesarios para instalar tu nuevo y natural hogar.
Para que la cimentación de la casa sea efectiva y segura, lo más aconsejable y económico será asentarla sobre bloques prefabricados rellenos de hormigón que deberás, a su vez, colocar sobre unas zapatas. Además, como sabes que la casa deberá tener algo de ventilación para evitar la humedad, es de obligado cumplimiento elevarla como mínimo a 20 cm del suelo.
Tienes que estar preparado para el agua, la nieve, el frío, el calor sobre todo el sol que produce un efecto fotodegradación a causa de la radiación ultravioleta que emite que se convierte en un agente destructor principal para la madera. Para evitar este problema, nunca olvides aplicar en el exterior de tu construcción un protector de madera a poro abierto, el cual está fabricado especialmente con pigmentos coloidales de tamaño muy inferior a los micronizados y permitirá que penetren profundamente de tal manera que la protección queda asegurada. Lo ideal es que una vez al año recuerdes de mantener este hábito.
Si la construcción y el posterior cuidado y mantenimiento de la vivienda se ajusta a las instrucciones precisas, una casa de madera puede tener la misma duración que una casa construida en mitad de la ciudad aunque cuenta con un plus: calidad de vida.