Cuando llega el buen tiempo, uno de los problemas principales que nos encontramos en muchos hogares es la aparición de molestos insectos y pequeños roedores, que son difíciles de eliminar. Los métodos tradicionales para luchar contra estas plagas, como polvos, trampas y venenos, suelen ser productos tóxicos que además no son del todo infalibles; por eso, muchos consumidores se decantan por nuevas técnicas para eliminar insectos y roedores. Entre las más extendidas se encuentran los repelentes ultrasónicos, los cuales son una solución real y eficaz contra las plagas, siendo una alternativa inocua frente a los venenos tóxicos que son perjudiciales para la salud tanto de las personas como de las mascotas en el hogar. Simplemente hay que enchufar el dispositivo a la red eléctrica y esperar a que surta efecto; automáticamente estos molestos animales huirán del hogar sin contaminar ni dejar residuos.
Existen en el mercado gran cantidad de tipos de repelentes que funcionan con ultrasonidos, muchas empresas productoras y diversos sitios online donde pueden adquirirse con total comodidad. Además, podemos encontrarnos diferentes productos para las diferentes plagas existentes, como cucarachas, hormigas, mosquitos, ratas, ratones, moscas, pulgas e incluso palomas. Cuida el medio ambiente y no deja residuos como animales muertos, pues su funcionamiento se basa en la alteración del comportamiento de las plagas mediante la difusión de ultrasonidos. Han sido fruto del estudio de los laboratorios que demuestran su eficacia, ya que molestan y aturden a los insectos y roedores, sumiéndolos en un estado de estrés constante, y finalmente terminan huyendo.
Lo que sí es cierto es que su radio de acción no es muy amplio y no atraviesa paredes, por lo que es conveniente colocar uno de estos artilugios en cada una de las zonas donde sospechemos que se encuentran los animales. Por tanto, este método es aconsejable para interiores, pero para exteriores no se recomienda su uso. Los repelentes más avanzados realizan una variación automática de la intensidad de los decibelios ultrasónicos para evitar que los insectos y roedores se acostumbren a las frecuencias. Además no interfiere en cualquier otro aparato electrónico de la casa, por lo que se pueden utilizar con total seguridad y eficacia.
Los repelentes por ultrasonidos no contienen componentes químicos ni humos, no tienen olor ni hay que utilizar elementos complementarios. Tampoco necesitan de recambios ni mantenimientos periódicos. Algunos contienen igualmente una función nocturna que se activa automáticamente cuando se sitúan en lugares oscuros, indicado con un piloto luminoso LED. Su duración es ilimitada, puesto que funciona mediante la corriente eléctrica, y su precio es muy asequible. Eso sí, hay que mantener una higiene cuidada y minuciosa del lugar al menos los primeros días. Su efecto empieza a notarse desde su instalación, si bien su mayor efectividad tiene lugar entre la primera y la tercera semana de utilización. Su funcionamiento es continuo las veinticuatro horas del día, no hay que ocuparse de enchufarlo y desenchufarlo ni aumentar o disminuir la dosis, pues las frecuencias se regulan por sí mismas. También es muy eficaz en establecimientos comerciales, almacenes y demás lugares donde se almacenen productos perecederos. Supone un gran ahorro a la hora de deshacerse de animales indeseados en contraposición a las empresas de fumigación y el continuo mantenimiento que suponen los tratamientos con productos químicos.