Verdades y mentiras de las bombillas de bajo consumo

¿El encendido y apagado frecuente perjudica la vida útil de las LFC ()? ¿Las provocan fatiga visual por parpadeo? ¿Qué pasa con el mercurio que contienen las LFC?

¿El encendido y apagado frecuente perjudica la vida útil de las LFC (bombillas de bajo consumo)?

Las bombillas de bajo consumo modernas, que están a la venta actualmente, no demandan mayor energía en el encendido. Las LFC, consumen menos energía que las incandescentes mientras están encendidas, y duran entre 6 y 8 veces más. Por eso siempre es conveniente usarlas.

Sin embargo, el encendido y apagado frecuente disminuye la vida útil de las LFC, idealmente los primeros reemplazos hay que hacerlos en los sitios en las que la luz esta encendida durante mas tiempo (cocina, sala, comedor).

¿Las lámparas fluorescentes de bajo consumo provocan fatiga visual por parpadeo?

No. La razón es que en la base de las mismas se ubica un “balastro electrónico” que convierte la corriente eléctrica alterna en corriente continua y luego un oscilador la convierte en corriente alterna a una frecuencia de 20.000 a 60.000 ciclos por segundo. Esto anula el parpadeo y el efecto estroboscópico que resultaría en riesgos en sitios de trabajo.

Los antiguos tubos fluorescentes producían un parpadeo de 50 hertz similar a la corriente alterna de la red doméstica.

Eso generaba un parpadeo apenas perceptible pero que resultaba molesto para la vista y además provocaba un efecto estroboscópico peligroso en lugares de trabajo donde funcionaban máquinas, ya que el parpadeo se puede sincronizar con la velocidad de giro de las partes móviles de las máquinas creando la ilusión óptica de que no están funcionando, cuando en realidad se están moviendo.

Con los balastos electrónicos nada de eso sucede.

¿Qué pasa con el mercurio que contienen las LFC?

Si bien las LFC contienen mercurio, la cantidad que cada una posee es de alrededor de 2mg., esto es, mil veces menos que un termómetro clínico y cien veces menos que un clásico tubo fluorescente, según el INTI. El mercurio es un material peligroso que tiene efectos bioacumulativos en toda la cadena trófica por lo cual es indispensable tomar precauciones.

Es por ello que junto al plan de recambio de lámparas incandescentes por las de bajo consumo es imprescindible la instrumentación de un plan de recolección diferenciada, considerando a estas lámparas como residuos electrónicos. Existen al respecto innumerables experiencias a nivel mundial que podrían servir como ejemplo.

Pese a eso, la utilización de LFC reduce ampliamente el impacto ambiental por el ahorro de energía que conlleva, lo que reduce la utilización de combustibles que también emiten mercurio y otros elementos contaminantes, y en una cantidad mayor; y las emisiones de gases efecto invernadero.

Todos los estudios de análisis de ciclo de vida completo (desde la fabricación hasta disposición final) muestran un balance ambientalmente positivo con las bombillas de bajo consumo.